domingo, 29 de enero de 2012

Cambiando por amor



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Capitulo 1.- Los problemas empiezan

Alice pov

Después del primer año en el internado y de que Rosalie consiguiera si libertad, decidimos salir pronto de ahí, por lo que estudiamos como mataditas, al menos eso es lo que todos pensaron, en realidad conseguimos los exámenes de las computadoras de los docentes. No nos intereso estudiar todo el contenido si podíamos delimitarlo a lo que vendría en el examen.

Dos años nos tomo cursar el internado siguiendo este método y en poco estuvimos en la universidad. Rosalie se animo por la carrera de diseño, Bella y yo la seguimos, algo tenemos que hacer en los cuatro años siguientes. Aunque en realidad lo único que queremos es divertirnos, entrar en los sistemas, craquear las computadoras es una manera muy divertida de pasar el rato. Y que rato. Tenemos una idea mucho más grande. Entrar a un Banco. Dicen que es imposible. Según el propio lema del banco.

Nosotras lo lograremos, sobre todo si Bella se pone al frente de dicha tarea. Eso y los números son lo suyo.

Esta vez las prisas y el estar jugando nos hicieron quedar al descubierto. Solo por modificar el menú de la cafetería colocando nuestras comidas favoritas y las materias más aburridas quitarlas de los viernes para poder irnos de fiesta. Solo por eso.

-necesitan cambiar de actitud, son muy inteligentes pero esta conducta no les ayudara en nada, ¿me dirán quien de ustedes entro a mi computadora?- nos pregunto la directora de la facultad de Diseño.

Nadie respondió nada, nos miramos entre nosotras. Y después a la mujer frente a nosotras.

-bien sí esto es lo que han decidido, están suspendida por tres semanas- finalizo la mujer molesta.

Carajo otra vez. Al menos no nos habían expulsado como en el internado. Lo que Bella hizo con las fotos de Rosalie y mías fue completamente loco, se culpo por nosotras e incluso hizo en vivo la peor parte. Para no separarnos.

Salimos un poco molestas, solo por una jugadita nos suspendería.

-pero no nos iremos hasta hacer otra cosa, si creen que cambiar el menú y las materias es malo, espera a mañana, cuando el sistema este muerto en la universidad entera- dijo Bella rebelde como siempre, bueno otra raya al tigre.

La seguiremos sin dudarlo.

-¿Cuántas computadoras necesitaremos?- Pregunte.

Para la última broma habíamos usado una. Pero cada quien hizo una parte. Bueno en realidad yo hice todo, Rosalie solo me dijo como tumbar el seguro y Bella encontró las claves para entrar sin ser detectadas. Así que básicamente es mi culpa el asunto.

-Hum… tres, hoy entraremos todas, gracias por seguirme, las quiero- dijo Bella abrazándonos.

-¿Qué harás morena? –pregunto la Rubia de Rosalie a Bella mientas encendíamos las laptops

-colapsaremos el servidor general, todas las facultades están en red a él, por suerte el semestre está empezando, todavía estamos en periodo de ajustes, así que el sistema tiene entradas por todas  partes-

Esa misma noche desde los dormitorios, decidimos proceder.

Media hora después el virus que Bella modificara casi por accidente fue soltado en el sistema. Digo casi porque no buscaba modificarlo, esperaba recrearlo.

-Oye ya viste que hay otra puerta abierta, ¿Quiénes serán? ¿O quién?- dije revisando

-no sé, pero lo perderé ya mismo, a ver rubia ¿Qué se te ocurre?- pregunto mi prima.

-hum, mándalos al banco nacional, o a la policía, al museo de historia, a otro país, o a un privado, ya sabes de chicas sin ropa, no sé, ponte creativa, tienes dos minutos-

-FBI- dijo Bella, la miramos por un momento.

-Bella eso es muy cruel, si los metes no podrán salir- comente

-bueno, el asunto es que ya había salido y regreso o regresaron a rastrearnos, esto les enseñara- respondió seria.

Es mejor no meterse con ella cuando esta así.

-bueno mientras tú haces eso, yo buscare que hacer en las tres semanas que estaremos suspendidas, ¿no nos descubrirán como la ultima vez?- pregunto Rosalie.

-no, borrare el rastro por completo- respondí, eso sí se me da, eso es lo que debí hacer la última vez en lugar de ver catálogos de lencería en la red.

-hey escuchen, hay un crucero de dos semanas al Caribe, salen en cuatro días. Nos da tiempo de ir de compras. Y aventarnos el asuntito del banco, ¿lo haremos?- dijo Rosalie de nuevo.

-sí, y no esperaremos mas, de una vez, trae las otras computadoras, necesitamos al menos tres más, hum, ¿haces las conexiones Alice?-  pregunto mirándome.

Es oficial, Bella esta que echa chispas.

-sí, seguro, en cuanto termine con esto- dije terminando de borrar nuestra incursión.

Para el amanecer habíamos entrado, revisado el sistema, y salido sin hacer escándalo, ahora estamos convencidas que depositar nuestro dinero ahí es seguro, bueno, casi seguro.

Dormimos toda la mañana, para la tarde, con hambre y planes de chicas comunes salimos. Por fin la hora de mi cita había llegado.

-Bien, adelántense ustedes quede de verme con James Masen. Me invito a salir ayer, me llevara a comer- comente

-¿james? ¿Estás segura?- Asentí- cuídate, estaré esperándote ¿ok?- me aconsejo Bella, como siempre preocupada por mí.

-estaré bien, lo prometo, les quiero, adiós- me despedí.

Bella pov

-¿A dónde compramos esta vez?- pregunte

-que te parece el centro comercial que está cerca del sitio donde James se verá con Alice-contesto la rubia levantando la ceja.

-me leíste el pensamiento, vamos, pero paremos a comer algo, Alice me abrió el apetito- Pedí.

Nos dirigimos al lugar escogido, después de pedir hamburguesas del tamaño de un perro Chihuahua, nos sentamos en a la mesa.

-¿Cuánto tiempo tardamos la en la última universidad antes de ser expulsadas?- pregunte mientras comíamos.

-no sé, tres meses- dijo sacando cuentas en dos segundos.

-cierto, vaya no nos tardamos esta vez – me reí con ella.

La tarde se nos pasó comprando para cada una, por suerte Alice es de mi talla de manera que si me queda mí, le queda a ella. Anocheció y seguíamos en las tiendas. Terminamos cerca de las ocho, dejamos las bolsas para ser entregadas al día siguiente.

Caminábamos hacia los dormitorios cuando la escuche, Alice estaba gritando. Corrí hacia donde la escuchará minutos antes, luchaba dentro de un auto.

El maldito infeliz estaba encima de ella  tratando de meter la asquerosa lengua en su boca, mientras la desnudaba a la fuerza.

En cuanto lo vimos, todo se puso mal, me lance encima de la bestia esa mientras Rosalie sacaba a Alice. Lo que paso después fue una locura…

No fuimos capaces de irnos al terminar. Nos quedamos ahí hasta que llego la policía. Nos subieron a la patrulla, juntas al menos. Por primera vez en mucho tiempo llore.

¿Cómo carajo liberare a Alice y Rosalie de este problema?

Recuerdo…

-váyanse, no tenemos por qué cargar todas con esto-

-no, lo hicimos juntas-

-no, lo hice yo, váyanse por favor-

-no, nadie se va…-

Las sirenas ya se escuchan.

Fin del recuerdo

-llora lo que necesites, cuando te hayas desahogado veremos cómo arreglar esto- dijo Alice.

Abrazándome, bueno pegándose a mí, las esposas unían nuestras manos por detrás. Nos llevaron a la comandancia, nos interrogaron, cuando se cansaron de no obtener más respuesta que “quiero mi abogado” nos regresaron a una celda. Juntas.

-¿están seguras que esto es lo que quieren hacer?- nos pregunto nuestra abogada.

-sí, representarnos solas es lo que queremos, ¿puede asesorarnos?- pregunto Rosalie.

-sí claro, el joven tenía varios antecedente de violencia física, por lo que el motivo que desencadeno esta situación será admitido, les remendamos hacer un trato, pidan asesinato en tercer grado, es lo más cercano a defensa personal-

-¿por qué no pedimos directamente defensa?- pregunte.

-porque solo una de ustedes fue atacada, y a él lo atacaron las tres. La defensa se pierde en estos casos, lo siento chicas, si se decidieran a decir quien fue y se culpara solo una de ustedes podríamos hacerlo- Negamos casi al mismo tiempo, esa no es una opción.

Una semana después empezó el juicio y duro un día. Vaya suerte. Solo un día.

-Isabella Swan, Alice Swan y Rosalie Hale, son acusadas de asesinato en tercer grado, ¿Cómo se declaran?- pregunto la Juez.

Nos miramos como siempre, nos tomamos de las manos y a coro fuerte y claro respondimos

-culpables-

- esta corte las sentencia a cuatro años en el reclusorio de mujeres del estado, sin derecho a fianza, ¿Por qué arruinar su vida así? Solo tienen 18 años…- termino de decir la mujer.

Nos abrazamos fuertemente, tras una hora nos guiaron al camión que nos llevaría a la prisión. Nuestro crucero tendrá que esperar. Cuatro años, para cuando salgamos nos podremos embriagar legalmente. Pensar eso es mejor que pensar en el sitio a dónde vamos, al menos no estaré sola. Mis hermanas estarán conmigo.

¿Egoísta? Si

¿Necesario? Si.

Nos asignaron la misma celda. La primera noche entraron a golpearnos, no les fue muy bien a pesar de ser más, la segunda noche lo intentaron de nuevo, las vencimos una vez más aunque lograron lastimarnos. La tercera vez les esperamos, mandamos a tres a la enfermería. La cuarta noche una de las custodias se paro frente a la celda y no se movió hasta que salió el sol.

La comida es asquerosa, pero es lo que hay, aquí no podremos cambiar el menú.

-¿sabes? La comida de la universidad ya no me parece tan mala- intento bromear Alice.

El sitio está haciendo meya en su humor de duende. Sonríe menos y tiene motivos. Rosalie no se suelta el cabello nunca, su mirada siempre abierta es un pozo negro ahora. Yo, yo solo pienso en cómo salir de ahí. Las discusiones entre nosotras casi nulas en el pasado se han repetido casi todos los días, varias veces al día. No hacia ni media hora de la última.

Recuerdo

-confesare todo, este no es lugar para ustedes, deben salir de aquí-

-¿estás loca?, no nos iremos sin ti, ninguna saldrá si no salimos juntas-

-juntas siempre, por siempre y para siempre, lo prometimos cuando nos mudamos a la misma casa las tres, ninguna se queda afuera, las tres estaremos aquí o saldremos juntas. No quiero escuchar otra estupidez de confesar nada-

-pero yo hice todo, no es justo que…-

-cierras la maldita boca o te la sello a golpes, no nos iremos sin ti…-

La típica pelea de ahora entre nosotras.

Fin del recuerdo

Nos metieron al área aislada, según por nuestra seguridad. En sí es porque el dinero hacia maravillas. ¿Para qué tenerlo sin usarlo?

-soy la Sra. Mayer, estoy a cargo de este pabellón, no saldrán de sus celdas más que para comer, y ejercitarse un rato-

-¿estaremos separadas?- pregunte con el terror en la voz, todo menos eso.

-si, al menos mientras estén aquí sí, estas son unas pruebas de aptitud para saber en qué taller se desarrollaran mejor, pueden trabajar en sus celdas-

-por favor no nos separen, todo menos eso, por favor, por favor, por favor- suplique con lagrimas, carajo yo llorando.

-dejaremos de comer si nos separan- advirtió Rosalie abrazándonos como si fuéramos parte de su cuerpo.

-bueno eso es decisión suya, responda esto o no saldrán para nada- nos dijo la mujer.

 Separándonos. Y encerrando a cada una en una celda.

Mi peor pesadilla se está convirtiendo en realidad. Mis hermanas están siendo separadas de mí. No salir significa no vernos, así que resolvimos y respondimos todo lo que nos dio. Los tres días que pudimos soportar consientes.

El cuarto día, desperté en la enfermería, según me encontraron deshidratada, casi desmayada, Alice ingreso dos horas después que yo y Rose en la tarde del mismo día, todas con una determinación de hierro a que nos dejaran estar juntas de nuevo.

Teníamos unos días en el reclusorio. Solo unos días y ya pensamos seriamente lo que estamos haciendo con nuestras vidas.

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Cambiando por amor



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Prologo

Washington, Mayo del 2002

Bella pov

-vendrás a vivir conmigo Bella, estarás bien cariño, nosotros te cuidaremos, Alice estará feliz de tenerte, te quiero- dijo mi Tía Carmen al salir del cementerio, dos días después de la muerte de mis padres.

Dos horas después me llevo a mi nueva casa. Me condujo a mi recamara, después de instalarme y verificar que no me faltara nada salió por otra copa llena de un liquido trasparente que parecía agua y una bolita verde en ella.

-será lindo Bell, tu y yo siempre juntas por siempre y para siempre, lo juro- me abrazo Alice, mi prima.

Se dirigió a buscar una aguja en su estuche de monerías, la loca por la moda.

-si Alice, siempre juntas, por siempre y para siempre, lo juro- dije.

Deje que me picara también y cerrando nuestro pacto unimos los dedos, después de apretarlos hasta que nos salió sangre. Nada nos separaría. Jamás.

Washington Abril del 2006…

-lo siento Alice, no puedo hacerme cargo de ti, mi trabajo no me lo permite, pero te quedaras en la casa, tienes los sirvientes y lo que tu mama te dejo te alcanzara para vivir cómodamente, tienes el Internado y la universidad pagada, así que podrás arreglártelas, cuídate hija- dijo el tío Garrett antes de salir por la puerta.

Apenas habíamos enterrado a mi tía la semana anterior. Alice se giro hacia mi llorando, en siete días ha perdido a sus padres. Pero no está sola, yo estoy con ella y eso no cambiara, es mi prima, mi hermana, mi mejor amiga.

-estaremos bien, tía Carmen nos enseño lo necesario y yo estaré contigo, creo que debemos empezar planear nuestro cumpleaños catorce- dije mi prima sonriendo.

-¿crees que la casa sea lo suficiente grande?- pregunto sonriendo apenas.

-sí no lo es, podemos hacerlo en el patio, o en la playa. No llores Alice… bueno llora lo que necesites y después empezaremos a vivir, nadie más lo hará por nosotras, además de tu mama a nadie más le importamos, así que desahógate si lo necesitas y cuando estés lista, tomaremos las riendas de nuestra vida- dije mirándola a los ojos.

Nadie nos va a doblegar nunca, llorar es para los débiles, y yo dejare que ella lo sea por unos días, que ella sienta el dolor que yo aun no siento por la muerte de mis padres. O tal vez si… ¿Quién puede saber?

Uno año después, es un internado mixto en algún lugar de Holanda.

-no sé qué hacer, ya no quiero estar ahí, es horrible, no solo me grita ahora me pega, me quiero morir- lloro  Rosalie, nuestra mejor amiga desde que coincidimos en el internado, entre los brazos de Alice.

-¿Por qué no te vienes a vivir con nosotras a América?- pregunto Alice.

-si es una excelente idea, tenemos una mansión enorme y hay mucho espacio y sirvientes y de todo- agregue.

-no puedo, ni siquiera cumplo los dieciséis años- respondió entre sollozos, mirándonos sin entender.

-ni nosotras pero eso no es problema, Emancípate, nosotras lo hicimos cuando mi padre quiso tomar mi dinero para pagar sus deudas de juego, desde hace tres meses somos libres, es un milagro que me quedará algo después que se gastara la fortuna de mi mama- dijo Alice.

-¿Qué necesito para hacerlo?- pregunto Rose con lagrimas en las mejillas.

La miramos seriamente, necesitamos un plan de acción, un abogado y dinero, mucho dinero, por fortuna lo único que no tenemos en este momento es el plan.

Nueva york, Abril del 2002

Emmet pov

-lo siento chicos, no tengo tiempo para ustedes, vayan abajo con su nana- nos dijo al igual que todos los días mi padre, es su excusa de siempre desde once años atrás.

-Vamos Emmet, nana hizo pastel de arándanos con queso. Nos dejara jugar después de comer- me convenció Edward.

-yo pido la consola primero- agrego Jasper.

Mis hermanos, todos hijos del mismo hombre, todos de la misma edad, ninguno parecido a otro. Pero tampoco diferentes. Como amo a mis hermanos. Siempre Juntos, por siempre y para siempre. Lo habíamos jurando cuando nos dimos cuenta que solo nosotros nos amábamos y nuestra nana por supuesto.

¿Cómo era posible ser de la misma edad y hermanos directos? Bueno, mi padre y su ambición, embarazo a tres mujeres al mismo tiempo, su esposa, su secretaria y a otra que contrato solo para eso. Pero no sabemos quienes son nuestras madres, o quien es legitimo de matrimonio. Tampoco nos importa.

Julio del 2006…

-su padre ha muerto, lo encontraron en su oficina, parece que lo asesinaron, lo siento chicos- nos dijo nuestra nana.

Ninguno se inmuto, no lo conocimos como padre, no nos interesa, apenas pudimos nos fuimos a jugar videojuegos. Quince años ignorándonos. Bien pudo morir antes.

Octubre de 2007, internado para varones en algún lugar de Londres.

-Hola, yo soy Carlisle, su tío, me avisaron que su nana falleció y que ahora soy tutor legal, , por ahora creo que será conveniente que se queden aquí en el internado, en vacaciones pueden quedarse con nosotros, para conocernos un poco mas… me acabo de enterar y la verdad no sé cómo hacer esto, pero si necesitan hablar llámenme, o si están en problemas este es mi numero - extendió la mano, lo miramos sin decir nada, Jasper tomo la tarjeta.

¿Y este de donde salió?

-¿y ahora qué hacemos?- pregunte.

-lo que queramos Emmet, lo que queramos- respondió Edward.

Con la vena de rebeldía aflorando. Nos contuvimos mientras nana estuvo, ahora hemos perdido a nuestra única figura de autoridad, la única mujer que nos amo de verdad, nada nos impide ser como realmente somos.

-estoy de acuerdo, no hay quien nos diga que no, el tío probablemente ni se acuerde de nosotros una vez que se acabe la semana- agrego Jasper, guardando la tarjeta.

-vamos a casa, quiero pastel de arándanos con queso- dije.

Con el pretexto del luto, regresamos a casa, nos inscribimos en la escuela pública, para algo sirvió el tío. Se creyó el cuento de querer estar cerca de la familia aunque no lo pensamos en buscarlo.

Carlisle pov

-¿Cómo te fue amor?- pregunto mi esposa apenas entre.

Tras muchas horas de vuelo, primero de Londres a Boston y luego de Boston a Nueva York que es donde yo vivo. Los chicos quisieron regresar y apenas pusieron un pie en suelo americano decidieron que son grandes para vivir bajo mi cuidado y les deje porque no tengo ni idea de qué hacer con ellos.

-en la escala de 1 al 10, en 100 pero negativo. Resulta que la mujer que se hacía cargo de los hijos de Aro murió, al parecer Aro murió hace dos años y ahora soy el único pariente vivo que queda, ¿Qué voy a hacer con tres jóvenes de 16 años que no me conocen?-

-lo mejor que puedas amor, si somos los único familiares que les quedan, hagamos que sepan que contar con nosotros es cosa de todos los días. Que somos familia- respondió con su infinito amor.

-¿no te importa criar sobrinos en lugar de hijos?-

-me importa verte feliz, te amo y eso no cambiara, además eso de cambiar pañales no es para mí, prefiero aconsejar sobre cremas para barros-

-estuve pensando, ¿recuerdas ese proyecto que presentamos el semestre pasado para el Doctorado? Aquel donde proponíamos una especie de instituto para jóvenes de mentes brillantes pero con actitudes destructivas- pregunte.

-sí y me parece una idea genial… ¿Qué necesitamos?- pregunto entendiendo el rumbo de mis ideas.

-un milagro…-

Al salir el sol, justo después de tomar café empecé con mi plan de acción, necesitare todo el ingenio si quiero echar a andar este proyecto. Tengo la seguridad que me servirá más a mí que los jóvenes del mundo.

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sábado, 28 de enero de 2012

Indice: Encontrarte pero... ¿amarte u odiarte?



INDICE







































Encontrarte pero... ¿amarte u odiarte?


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12.- Tomando el control

Edward pov

-buenos días Sr. Cullen, esta es la información de la reunión, esperamos su esposa y usted estén puntuales, mandare un vehículo por ustedes ¿tiene el cheque?-

-sí, claro, aquí lo tiene, gracias, estaremos ahí sin falta- conteste cerrando apenas se dio la vuelta. No tenía tiempo que perder.

-¿estás lista?-

-sí, pondré las maletas en el auto, ¿usaremos auto?-

-no, pasaran por nosotros, ¿llevas surtido?-

-solo lo básico, nada ostentoso-

-maravilloso- dije mas sarcástico que emocionado. Ellos con pistolas y nosotros con navajas

-revisare de nuevo las ventanas de la recamara- subió sin perder tiempo.

Subí detrás de ella. Evitaba estar mucho tiempo a solas conmigo. Su mejor pretexto era el empleo que según tenía, se pasaba todo el día en el estudio dibujando, según era arquitecta. La luz roja estaba encendida, tomamos los comunicadores.

-tengo el satélite de Cabo punta, los seguiremos en tiempo real, los cuidare bien, Esme, y Carlisle están ahí, recuerden que no se conocen. Tendremos un equipo listo, estarán bien, cuídense y que no los maten-

Emmet como siempre. Nos miramos sonriendo. Por primera vez desde que la noche en el hotel. Ese asunto no estaba terminado, pero al menos Bella se mantenía concentrada, hasta parecía natural en nosotros, poco a poco regreso la confianza y la seguridad que siempre tuvimos al estar juntos.

-vamos cariño, han llegado por nosotros- dijo asomándose a la puerta, la situación estaba en movimiento.

Dos horas después nos llevaban por el bosque, dieron varias vueltas antes de por fin llegar al sitio. Si pensaron que eso nos perdería estaban drogados. Crecimos en ese bosque. Claro que esa parte no la sabían.

-esta es la tienda que hemos reservado para ustedes-

-gracias, hum ¿a qué hora debemos estar en la hoguera?- pregunto dulcemente Bella. Falsa.

-nosotros les avisamos, mientras pueden ponerse cómodos, cada tienda está separada lo suficiente para darles privacidad- sonrió maliciosamente. Le partiría la cara. La miraba como si estuviera desnuda.

-gracias, lo necesitaremos- dije tomando a Bella de la cintura.

Apenas se fue el tipejo. Revisamos la cabaña, como pensamos, habían micrófonos, genial. La noche sería interesante. El pretexto de su periodo ya no funcionaría, no teníamos un mes todavía. Me miro pensativa. Era divertido ver cómo se concentraba tratado quizá de encontrar una alternativa, mientras veía el único saco matrimonial que había, era grande pero no lo suficiente.

Se mordía le labio inferior mirando y pensando. Las ganas de reírme eran muchas, pero probablemente se enfadaría. Además se veía absolutamente hermosa. Siempre. Decidí jugar sucio. Después de todo, quizá saliera ganando si conseguía hacerla mía, ya no me aguantaba.

-ven cariño, descansemos un poco- sonreí mientras abría el saco.

Me miro sacando su muy grande cuchillo de la bota derecha. Esa no me la esperaba. Deje de sonreír al momento, tampoco esperaba que se quitara el pantalón. Sus muy lindas bragas de encaje blanco me pudieron. La baba, hacia su aparición una vez más, y no de la boca.

 -gracias amor, estoy agotada- respondió mientras se quitaba el abrigo y se metía conmigo, estaba jugando sucio, mucho más que yo, el cuchillo seguía en su mano. –Me tocas y te convierto en niña - susurro en mi oído, presionando el arma contra mi entrepierna.

-lo sé- respondí a ambos comentarios. Me costaría más trabajo del que pensé. Decidí intentarlo más tarde. Pero mi excitación no mejor la sentir su piel desnuda pegada a la mía.

Como dijo, estaba agotada, se durmió minutos después, aproveche para esconder el serrucho que traía por cuchillo, busque entre sus cosas, uno en el cinturón, otro en el abrigo, encontré otro más pequeño en el dobles de las botas, si que estaba armada, decidí dejar todos pero alejarlos de ella. Al menos en ese momento.

Me desnude casi por completo, la haría mía y no me importaba si después me atravesaba de lado a lado, mi erección era monumental, sin presumir, y tenerla así apenas en bragas y blusa no ayudaba.

Bella pov

Lo sentí abrazarme, pero como otras veces, sus manos recorrían mi cuerpo, se quedaron en mi culo, su parte favorita de toda mi anatomía. Me olvide de la amenazas, su aliento me rozaba el cuello, sabía lo que quería y no había nada más que yo quisiera también, siempre podría decir que era parte de la misión, para darle credibilidad al asunto. Sí como no.

Lo deje tocarme, me deleite con su calor, sus caricias, me gire apenas para besarlo, era débil y no me importaba, la humedad en mi era notable. Gemio cuando llego a esa parte y lo descubrió. Me beso con más ímpetu. Me arranco la blusa y la bragas, como antes, bajo a mis senos, mordió, chupo, marco como suyos, no es que fuera necesario, me llevo al cielo solo con sus dedos, me hacia gritar solo con sus manos, en mi cuerpo, entrando con rapidez, me vine en poco tiempo, esperando, deseando lo que seguiría, lo sabía que vendría ahora.

Recorrí con mis manos sus cuerpo, me recorrió con las suyas, se detuvo en la cicatriz que dejara la bala, apenas una línea gracias a las cirugía correctiva que me hicieron después, una ceja levantada fue todo, después frunció el ceño, algo tendría que decirme de eso. Me beso de nuevo, con ganas de arrancarme los labios, se coloco sobre mí, a nada de entrar, Dios extrañaba eso, su manera de tomarme, de hacerme el amor, de entrar en mí, la manera como se movía estando dentro, como me hacía gritar y querer más. La manera como… lo vi esa noche, con ella. Carajo. El maldito recuerdo no me dejaba.

Se detuvo, una lagrima rodo por mi costado, lo empuje suavemente mientras me apartaba tanto como el saco lo permitía.

-cariño no…- se interrumpió. Cuando un sollozo se me escapo. Joder, no era el momento. –no llores, conseguiremos tener un bebe, ya verás, hare lo que sea necesario- lo mire sin entender, señalo hacia un costado, la silueta de una persona, la luz de la linterna era clara.

-lo sé amor, ambos haremos lo que sea necesario,- me vestí apenas me paso la ropa que sacara de la mochila.

-Srs. Cullen es hora de la fogata, espero no interrumpir nada importante- dijo el tipo de pie en la abertura cerrada  de la tienda. Imbécil.

-nada que no hubiéramos terminado, estaremos ahí en unos minutos- respondió Edward. Me miro seriamente. Se acerco a besarme, pero no lo hizo se desvió a mi oído. –“debo decirte algo, después”-

Asentí, termine de vestirme, revise mis armas y no encontré la más grande. Lo mire esperando. Negó con la cabeza. Lo mire molesta, negó de nuevo, me acerque hasta enterrarle las uñas en el pecho, negó de nuevo. Asintió después de que las enterrara en su entrepierna. Lo tenía debajo del saco, de su lado. Lo guarde recordando castrarlo después. Como nota mental.

-cariño si querías tocarme de nuevo solo pudiste pedirlo, la agresión no es necesaria, te daré lo que pidas, si lo pides apropiadamente- dijo tocando mi culo. Dos podíamos jugar a esto.

-cariño, cuando quiera tomarte de nuevo solo necesito hacer esto- me pegue a él tallándome contra su erección. Gruño antes de sepárame.

-vamos- dijo enfadado, me tomo de la cintura apenas salimos.

Tardamos cinco minutos en llagar al centro. Entre las parejas había personas de todas las edades, incluso un par de mujeres. Vi a Esme y Carlisle llegar después, parecían muy enamorados, como si se conocieran de toda la vida y de no poco antes nada más. No les pusimos mucha atención. Pero recordé el asunto del hotel.

-bueno este es un retiro para conocerles un poco mejor, sé que no es el procedimiento normal, pero ustedes son las parejas que más han tardado en conseguir la adopción. Disfruten de la tarde, platiquen, compartan, si tienen preguntas o necesitan algo, estaremos por aquí-

Platicamos con prácticamente todos, nuestros mentores incluidos, para la media noche nos retiramos, pretextando agotamiento. Mental más que físico. Al menos de mi parte. Aviamos recolectado mucha información, no parecía importante por separado pero juntando todo seguro que había cosas valiosas. Media hora después de regresar a la tienda llego el tipo.

-buenas noches, Srs. Cullen, hay algo de lo que me gustaría platicar con ustedes, su adopción ha sido rechazada me temo- me abrace a Edward a nada de llorar, su rostro de pesar era muy parecido al que viera horas antes, cuando lo rechace.

-¿por qué?- pregunto.

-me temo que hay cosas que no cumplen, requisitos, pero ha otras maneras, verán, mi compañero y yo pertenecemos a un grupo activo de personas que pensamos que si estos asuntos fueran mas fáciles, no habrían tantos niños huérfanos. Pero todo tiene un precio-

-no tenemos tanto dinero, ¿Cómo pagar algo así?- intervine, forzándolo a hablar claro.

-no con dinero señora, hay otros métodos, ustedes son personas respetadas en la comunidad y tengo entendido que solo estarán aquí por un par de meses, así que pensamos que podrían hacernos un favor, ya saben, favor con favor se paga-

-haremos lo que sea necesario- dije seriamente.

-bien, eso quería escuchar, es todo por ahora, le avisaremos cuando estemos listos, el campamento se acaba mañana después del desayuno, lo hemos acortado por motivos del clima, parece que lloverá todo el día de mañana y preferimos no arriesgarlos- Tal como dijo, después del desayuno nos llevaron de vuelta a la casa. Apenas subí a la recamara la luz parpadeaba.

-¿que encontraste amor?- pregunte mientras Edward fingía buscar algo en la computadora.

-habrá una reunión de los cabecillas de la organización con las personas influyentes, y según nuestro topo, los dos más importantes estarán ahí, pensamos que te pedirán entretenerlos. Contactaron a Esme también, tal como esperábamos. Te tocara hacer algo más que sonreír y mirar bonito-

-nada que me guste amor, mejor buscamos en otra página- respondió Edward.

-no hay mas para buscar, no nos da tiempo de meter más gente, estarán en la cuidad en dos días, Isa cuídate. No podrás llevar armas, estaremos detrás y sobre ustedes. Que no te maten-

-No, esa está bien, me gusta esta de aquí- respondí. Quitando los comunicadores.

-te digo que no me gusta- insistió levantando la voz.

Lo mire sin decir nada. Salí rumbo a la cocina, no era algo que discutir ahí, se haría lo necesario para atraparlos.  Era nuestro trabajo y debía recordarlo.

-Bella hablemos de esto por favor- pidió entrado tras de mí.

-¿Qué quieres hablar? Me parece bien y a ti no, no me convencerás de lo contrarío y no te convenceré a ti, para que discutir, veremos cómo van las cosas y decidiremos sobre la marcha, pero te digo que la elección ya está tomada-

-¿aunque no esté de acuerdo?-

-aunque te mueras por ello- conteste sin mirarlo.

-no te dejare…comprarlo- lo mire furiosa, estaba arruinando todo.

Nos descubrirían por sus estúpidos celos sin sentido. Lo amenace de nuevo con el cuchillo de cocina. Me miro serio, no lo intimide esta vez. Lo tomo por el filo sin importarle lastimarse, jale el utensilio cortándolo, la sangre no tardo en salir, una leve mueca me dijo cuanto le dolió, mas mi acción que el filo.

-no creo que puedas evitarlo- subí y cerré la puerta detrás de mí.

Con cerrojo. No insistió. No me hablo el resto de la noche, la luz parpadeaba de nuevo. No tuve ganas de escuchar nada, le arroje una blusa. Media hora después el timbre sonó, se habían tardado. Baje hasta el último escalón.

-Edward, primo, vine para invitarte una cerveza, lo siento Bella, noche de hombres, no lo esperes despierta- Emmet. Bien.

Lo saco prácticamente a rastras. Llevaba la mano vendada. Apenas salieron. Sonó el timbre de nuevo.

-Sr. Cullen, que bueno que le encuentro, ¿su esposo?-

-no está- dije cautelosa, mientras recordaba donde estaba el arma más cercana.

-genial, tengo algo que proponerle, algo que le ayudaría a conseguir lo que tanto desea, ¿le interesa?....-

Eso era lo que estábamos esperando, el juego final estaba por empezar, era hora de acomodar las piezas más importantes.

- Nosotros…-


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